Adolescencia y audición

Dentro del desarrollo social al que se enfrenta el ser humano, la adolescencia es considerada como una de las etapas mas difíciles por ser el periodo vital donde tienen lugar grandes cambios y transformaciones personales. Padecer una pérdida auditiva en esta etapa tan importante puede generar problemas para adaptarse, dado que porque la audición es un aspecto importante de la comunicación y las relaciones.

La buena noticia es que las nuevas tecnologías están haciendo posible que más adolescentes con impedimentos auditivos asistan a la escuela y participen en actividades con sus compañeros con audición normal. Estas tecnologías incluyen audífonos programables, que los adolescentes pueden adaptar para diferentes entornos; sistemas de FM, que incluyen un micrófono/transmisor que usa el docente y un receptor que usa el alumno; implantes cocleares; subtitulado de videos en tiempo real; y software de reconocimiento de voz, que puede ser de ayuda para tomar notas.

Durante los años de crecimiento y desarrollo, el paciente hipoacúsico joven también precisa soluciones auditivas con características particulares que le ayudarán a mejorar en su progreso intelectual y social para poder integrarse y vivir la vida sin limitaciones ni discriminaciones. Los pacientes menores de edad necesitan una atención profesional especial, que se distingue en muchos aspectos de la atención para adultos, consistente en diferentes productos y accesorios, y en el propio proceso de adaptación, diagnóstico y rehabilitación, también distintos a los implementados en personas mayores de edad.

Sabemos que es necesario permitirle a nuestros pacientes adolescentes disfrutar de innumerables actividades, para ello existen soluciones adaptables a quienes practican deporte, los que prefieren recitales de música o aventuras al aire libre. Por ésto es importante generar un entorno de confianza entre el paciente, su familia y el audioprotesista, para que juntos encuentren el mejor camino.

Claramente - Cortometraje

“Claramente” es un cortometraje dirigido por la cineaste hipoacúsica Bárbara Borcas. Protagonizado por Candela Vetrano y Benjamín Rojas, el film muestra cómo es estar “en los oídos” de un niño o adolescente con dificultades auditivas.

“Acepté participar de “Claramente” para sumarme a la difusión de esta discapacidad -que no se ve-, y contar el esfuerzo que deben hacer quienes la padecen para vincularse con el entorno”, expresó Benjamín Rojas.

Se trata de una encantadora historia que transcurre en escenarios cotidianos; se relatan algunos hechos con los que se enfrentan a diario las personas que sufren esta condición, con el objetivo de que el espectador pueda ponerse en los “oídos del otro”. A través del juego sonoro, invita al espectador a vivenciar cómo escucha un hipoacúsico, acercando al público a una discapacidad poco difundida pero que tiene solución