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La pérdida auditiva
La pérdida auditiva siempre debe ser diagnosticada por un profesional, como un fonoaudiólogo especializado en audiología o un otorrinolaringólogo. El profesional realizará distintas pruebas auditivas para determinar el tipo y el grado de severidad.
Las pruebas auditivas miden cuánto sonido podemos oír. Hay muchos tipos diferentes de pruebas; una clínica o un profesional especializado le hará las pruebas más adecuadas para evaluar su audición. Los resultados de las pruebas auditivas pueden mostrarse en un gráfico llamado audiograma.
Medir su audición será útil para averiguar el tipo de problema auditivo que puede padecer usted o su hijo y ayudar a su profesional a sugerir las mejores opciones de tratamiento posibles.
La hipoacusia se mide en decibelios (dBHL). Este valor representa el nivel más bajo al que usted o su hijo pueden oír. El nivel auditivo puede medirse para sonidos de tono puro y para sonidos del habla, y puede comprobarse para ambos oídos (bilateral) o para cada oído individualmente (unilateral).
El grado de hipoacusia que tiene una persona se clasifica en leve, moderada, severa o profunda.
Las pruebas auditivas miden cuánto sonido podemos oír. Hay muchos tipos diferentes de pruebas; una clínica o un profesional especializado le hará las pruebas más adecuadas para evaluar su audición. Los resultados de las pruebas auditivas pueden mostrarse en un gráfico llamado audiograma.
Medir su audición será útil para averiguar el tipo de problema auditivo que puede padecer usted o su hijo y ayudar a su profesional a sugerir las mejores opciones de tratamiento posibles.
La hipoacusia se mide en decibelios (dBHL). Este valor representa el nivel más bajo al que usted o su hijo pueden oír. El nivel auditivo puede medirse para sonidos de tono puro y para sonidos del habla, y puede comprobarse para ambos oídos (bilateral) o para cada oído individualmente (unilateral).
El grado de hipoacusia que tiene una persona se clasifica en leve, moderada, severa o profunda.

En el gráfico vemos la llamada “banana del habla“. Esta zona sombreada de amarillo refleja la zona donde se encuentra el habla y vemos que tiene una forma de banana. Cualquier audiograma que tenga parte de su curva por debajo de la misma conllevará una pérdida de inteligibilidad de algunas formantes del habla.
Niveles de hipoacusia
Audición normal
Puede oír sonidos suaves por encima de 20 dBHL.
Hipoacusia leve
Le cuesta entender el habla en entornos ruidosos. Los ruidos suaves no se oyen.
Hipoacusia moderada
Le cuesta entender el habla sin una prótesis auditiva. Los ruidos suaves y moderadamente fuertes no se oyen.
Hipoacusia severa
Necesita prótesis auditivas potentes o un implante. Las conversaciones se deben realizar en un tono alto. Las conversaciones en grupo requieren mucho esfuerzo.
Hipoacusia profunda
Se escuchan algunos ruidos muy fuertes. Tiene que recurrir básicamente a la lectura de los labios y/o lenguaje de señas, o un implante.
Tipos de pérdida auditiva
Existen cuatro tipos de pérdida auditiva:
Pérdida auditiva neurosensorial
El primer tipo, y el más común, se produce como consecuencia del deterioro o ausencia de las células sensoriales (células ciliadas) de la cóclea y suele ser permanente.
Pérdida auditiva conductiva
Comprende todo problema en el oído externo o medio que impida que el sonido se transmita correctamente al oído interno, son generalmente de grado leve o moderado y no se pierde la inteligibilidad de las palabras. En algunos casos, puede ser temporal y dependiendo de la causa específica del problema, se puede solucionar con medicación o cirugía.
Pérdida auditiva mixta
Es una combinación de pérdida auditiva neurosensorial y conductiva. Se produce como consecuencia de problemas tanto en el oído interno como medio. Entre las opciones de tratamiento se encuentran la medicación, la cirugía, los audífonos o el implante de oído medio.
Pérdida auditiva retrococlear
Se produce cuando, por ausencia o deterioro, el nervio auditivo no puede enviar las señales al cerebro. suele ser profunda y permanente. Los audífonos y los implantes cocleares no son efectivos, ya que el nervio no puede transmitir la información sonora necesaria al cerebro.
Causas de la pérdida auditiva
Obtener información sobre las causas y el tipo de pérdida auditiva que está experimentando usted o un ser querido es el primer paso para encontrar soluciones que permitan vivir la vida al máximo.
La pérdida auditiva se puede clasificar en dos amplias categorías: la primera es congénita, es decir, la pérdida auditiva que se presenta en el nacimiento y está causada por factores como la genética o el nacimiento prematuro. La segunda es adquirida, es decir, la pérdida auditiva que se produce después del nacimiento, y es el resultado de factores como enfermedades o lesiones en el oído.
Aunque realmente “oímos” con los cerebros, la pérdida auditiva se produce cuando una parte del oído (el oído externo, medio o interno) se daña o no puede funcionar de manera correcta, y no puede llevar las señales sonoras al cerebro de manera normal.
- Causas en el oído externo: Suelen ser fáciles de tratar e incluyen problemas como tapones de cera e infecciones del canal auditivo.
- Causas en el oído medio: Los problemas más comunes del oído medio son la inflamación, la existencia de fluido detrás del tímpano, las perforaciones del tímpano y la otoesclerosis (el entumecimiento de los huesos del oído medio). La mayoría de los problemas del oído externo y medio se pueden solucionar de manera efectiva con medicación o cirugía.
- Causas en el oído interno: Aquí es donde surgen la mayoría de los problemas auditivos. La causa más común es el proceso de envejecimiento natural, pero los ruidos fuertes, algunos tipos de medicación o fracturas del cráneo pueden afectar la audición. Las finas células ciliadas del oído interno se dañan y esto afecta a la transmisión de señales a los nervios auditivos. Por lo general, la pérdida auditiva en el oído interno no se puede solucionar de manera médica, pero se puede solucionar con audífonos.